5.2.08

Principio de Arquimedes

Ese día intentaba ser feliz, ese día quería ser feliz
Entre gritos luces, canciones, cervezas y muchedumbre
Descargaba mi furia ante miles de personas saltando y gritando
Sin saber lo que el destino tenía preparado para mí.

Destino que se estaba portando muy bien últimamente
Regalándome momentos gratos, personas calidas
Sonrisas en mi rostro, un vaso de agua a la maratón de dudas
Lagrimas cada vez mas secas, ya sin ganas de salir

Pero aun no había terminado el día, ni había empezado
No había terminado el comienzo de un nuevo infierno
De un mar de dudas que se acercaba, de una sin fin de preguntas
Palabras sin conexión, oraciones sin concordancia

Ahí estabas vos, en el medio de la gente, sin saber lo que ibas a hacer
Sin ni siquiera pensar a quien ibas hoy a matar
De echo nunca lo supiste, solo fuiste una asesina
Que nunca pago su condena, ni asistió al juicio que yo perdí.

Ya era tarde y ahí una canción nos juntos
Tu mirada me atrapo, y tu voz no dejo a mi camino seguir
Tú hablabas, yo sonreía, mis piernas temblaban
Mi corazón se sintió feliz, por un instante, solo por ese momento.

Dos meses después entre lágrimas y pastillas, me acuerdo de esa noche
La noche que me clavaste la daga del recuerdo
Del pasado que ya estaba dejando atrás, dejando olvidado
En esa mesa que alguna vez me dijiste adiós.

Un día de verano donde el sol brillaba pero no en mi corazón.

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